viernes, 28 de enero de 2011

Un poema de amor prohibido

El corazón es traicionero, a veces despiadado.
De quien no debía se me ha enamorado.
Lo acepto con templanza, sin la menor esperanza
de que este amor pueda llegar a buen puerto.

Escondo la tierra bajo la alfombra al barrer
pues no puedo eliminar aquello que siento.
No obstante, bien que lo sufro y lamento
Mientras te extraño y veo las horas correr

Mi corazón ha elegido por mí, eso bien lo sé
Sabe a su modo como saciar su propia sed
Y la cabeza no soluciona estas cuestiones
Ni entiende de imposibles, sólo de pasiones

Quisiera darte mi poema de amor prohibido
Pero mi conciencia advierte el terrible desatino
Amores imposibles siempre habrán en el mundo
Para que el demonio ría de su triunfo burdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario